Cuando uno piensa en las grandes travesías marítimas y en los viajes de exploración llevados a cabo desde el XV, XVI y XVII por personas de la talla de Cristóbal Colón, Vasco da Gama o Fernando de Magallanes, parece increíble que una vez que los marineros perdian de vista la tierra, se hallaban prácticamente “navegando en un mar de dudas, en un viaje hasta lo desconocido”, con muchas sorpresas, carencias y peligros por delante.